«NO ENTIENDO ÉSTE MUNDO, FLIPO CON LOS DICCIONARIOS”
GOAL (NG, PKM), Pride of Bilbao. Si eres del Botxo no necesita presentación. Y es que no se puede pensar el graffiti de ésta ciudad sin imaginar piezas y firmas de este eterno infante. Te guste o no lleva mucho tiempo ahí fuera. Un escritor que ya ha pasado muchas pruebas de fuego, entre ellas la del tiempo: si, porque GOAL resiste. Si no vives en Bilbao te lo introduzco rápidamente: estilo loco, vieja gloria que se reinventa, experimentos, frescura e hiperactividad. Conversar con él es como montar en las barracas o como entrar al viejo parque de atracciones de Artxanda. La conversación fue grabada entre latas de cerveza y transcrita después entre cafés. ¡Buen diente!
Ya se que la pregunta es muy típica, pero ¿Cómo descubriste el graffiti?
G: Pues, lo primero de todo había visto a BADA pintando un mural con unas letras gigantes a pintura plateada en lo que luego fue el boulder de mi barrio. Después de eso viendo revistas de skate, la 360 Surf cuando aquello, por el 96 o así sería, no me acuerdo. Vi allí cosas de vías, y cosas de KAPI y MOOCKIE. Pero antes de eso vi cosas en un reportaje sobre el campeonato de Marsella, en el bowl. Estaba petado de firmas.
O sea, que tu patinabas y fue patinando que empezaste a ver graffiti; en las pistas o en las revistas de skate.
G: Si. Y yo de siempre había dibujado, siempre había hecho a los compañeros de clase en plan caricatura, como comics rollo El Jueves y cosas así… era lo que me molaba; rollo poner un personaje y describirlo, hacer unas flechitas y hacer descripciones de la ropa y del estilo que llevaba cada personaje.
¿Y letras?
G: Si, luego ya empecé a investigar con las letras, dibujos ya había hecho bastantes.
«HABÍA COPIADO EL DON CELES ANTES DE SABER LEER Y ESCRIBIR”
Pero, ¿rollo graffiti?
G: Si, Si. Hicimos un cómic que se llamaban The Mutant Gore Skaters (para nosotros, que no salió ni en fotocopia, ¡vamos!) estaba hecho en un verano, con un colega. Dibujábamos rampas y, en las rampas y así, metíamos un graffiti, en el cómic ¿sabes? Y “¡hostias!, ¡que difícil es esto del graffiti!”, hacer las letras y eso. Al principio lo que mejor se me daban eran las firmas porque veía las firmas en la calle y las podía llegar a copiar. Copiaba firmas que veía por la calle. O sea, hacia dibujos de peña patinando, haciéndose el truco, y luego hacía un graffiti por el fondo, unas firmas o algo. Y así es cómo empezó un poco la historia. Me dije “¡hostias!, ¡que no es tan fácil hacerse un graffiti!, las firmas son fáciles de copiar pero ya las piezas…” Copiar se me daba bien, no en el graffiti, sino antes del graffiti. Porque había copiado manga, había copiado el Don Celes, había copiado caricaturas de El Jueves. Pero ya lo que era crear… me di cuenta de lo que suponía crear letras, con tu propio estilo ¿sabes? Eso era a lo que más importancia le daba. El ponerte un nombre con unas letras de tu estilo.
¿Y qué ponías?, ¿tu nombre?
G: No, al principio cada semana tenía un nombre distinto y hacía las firmas, un flop, un plata y luego como algo a color, ¡todo en cuadernos, o en hojas de papel sueltas! Y ahí empecé a evolucionar, cada semana un nombre nuevo así que experimentaba siempre con nuevas letras.
¿Y en la calle?
G: En la calle ya… me compre un rotulador, una linterna. Porque al principio firmaba a Eding, y el Eding no se veía guay en todos los sitios. Tenia uno azul, uno rojo y uno negro, ¡y uno verde! Luego ya me compré un rotulador y me enfoqué más apara firmar con él, eso fue cuando les vi al KES y al ROUE que utilizaban el Posca. Había otro chaval que también firmaba, de mi grupo, el SNOW.
¿Le conocías ya a ROUE de antes?
G: Si, claro, de las pistas de skate. Él fue el que más me pudo introducir al graffiti porque me dijo dónde se pillaban los botes de spray, la pintura “Galaxia”… y me llevó con el DESA a ver hacer por primera vez un graffiti. Les vi hacerlo a ROUE y DESA. Quedamos un fin de semana, un sábado o un viernes, y pintaron ellos y yo no me atrevía a pintar. Se hicieron una pieza a plástica con un borde y un doble borde, ja ja ja, ¡sin 3D y sin nada! En Astrabudua. Y, ¡hostia! Ya empecé a sacar fotografías cuando me iba de veraneo a Málaga y tal. Cogía la cámara de mis viejos, que la tenían reservada para bodas y ceremonias ¡ja, ja! ¡para bodas, bautizos y comuniones! Pues pillaba esa cámara, le compraba un carrete con el dinero que tenía ahorrado, y luego ya mis padres me pagaban el revelado (risas). Aquel verano llegué a Málaga, íbamos a un hotel, ¡por primera vez y la hostia!, fuimos en tren de viaje, en vez de en autobús en tren, y yo todo loco, atrapado en la ventana mirando todos las piezas que había. Ese fue el verano que, después de todo el año que había estado investigando sobre el graffiti (que había conocido un poco y tal) ya tenía mi nombre o no cambiaba tanto de nombre.
¿Y cual era?
G: SENONE todo seguido, de un trazo. Vi que Málaga estaba petado de graffiti por las vías y me escapé de mis padres el mismo día que llegué, y mis padres “¡que te vas a perder, que te vas a perder!”, y yo “no, no, que me voy a sacar unas fotos a las vías”, “¡pero ten cuidado, que no te pillen los trenes!” y no se que más. Así que empecé a sacar todo fotos, a andar por vías yo solo echando firmas por donde veía, con un rotulador, porque pensaba, “imposible comprar aquí un spray, a saber dónde se puede pillar uno”.
«SIEMPRE ME HA IMPORTADO MUCHO LA CULTURILLA DEL MUNDILLO DEL GRAFFITI. ME GUSTABA INFLUENCIARME DE TODO LO QUE ME DECÍA LA GENTE CON LA QUE IBA.”
¿Con cuantos años fue eso?
G: Con 15. Yo ya no quería ir con mis padres. Yo me quería quedar en fiestas de Bilbao y tener la casa libre. Pero allí vi cosas guapas… de LAPIZ por ejemplo. Me colé en el cercanías para la vuelta porque no tenía dinero. Había ido a pata pero había andado tanto que luego, para la vuelta, ya se me había hecho de noche y tenia que coger el tren sí o sí. O, si no, pillar un taxi y estaba ya perdidísimo. Me colé en la estación me subí a un tren y de repente empecé a ver todos los cristales firmados por BUNI, ¡con la misma firma que se hace hoy eh! Yo tenía quince años cuando aquello. Te hablo de 1996. BUNI tenía rallados flopeos, rellenados y con la 3D. Se me quedó mogollón de grabado el nombre, por lo de Bugs Buny, como que hice relación con eso. Así que eché fotos y eché firmas en las estaciones de tren… lo máximo que se pudiera ver con un puto rotulador, “lo máximo que puedo llegar a hacer en esta ciudad para que se me vea” pensaba durante los 15 días que estuve.
¿Y allí no pintaste?
G: No, sólo firmé.
¿Y a la vuelta?
G: A la vuelta ya sí pinté. Me pillé unos sprays donde SCAPE para hacer un plata, que eran mil pesetas cuando aquello, justo. Eran un negro y un plata, y cogías un classic blanco y otro de otro color, para power line o para fondo. Bueno, cuando aquello no se hacía ni fondo.
Si, yo me acuerdo que JOKER (DMB, H49) me decía que a los platas “no se les hace fondo”, y yo, ¿por qué no?, “porque no”, me respondía, “¡es así!” y yo “pero ¿cómo que es así?” Y entonces me daba cuenta que yo quería hacer algo que era como de toyaco… entonces descubrías el rollo “toyaco”, pensabas, “cuidao que puedo ser un toyaco”… (risas)
G: Y me cogía unas boquillas de cada, skinny, fat y no se qué
Y cómo fuiste ¿solo?
G: Me echaba firmas, por Deusto y así, en sitios muy cantosos, y me eché mi primera firma a fat, empecé a oír cómo sonaba y lo flipé! Bbbgggggggggghhhhhgghhghhghghgh….! Por Deusto siempre. Y luego iba todos los días a ver lo que había hecho y le sacaba una foto.
¿Y te acuerdas de la primera pieza?
G: La primera pieza…. si, si me acuerdo… fue en Astrabudua, con un plata me hice dos o tres piezas.
¿Poniendo SENO todo el rato?
G: Si, bueno, firmas a spray me hice SNIF y DONE. Y con la linterna me había hecho ONE, DONE, SOCK… con la linterna, que era el Posca que más… el mas ancho. Y claro, yo decía, “prefiero comprarme un Posca que sprays, porque el spray me dura nada, y el Posca me dura todo el año y puedo recargarle la tinta”. Así que lo que más hacía era firmar. Me acuerdo que me hice un plata en Lamiako al lado de un ALIVE y no me lo llegué a bordear porque se me acabó el bote.
¿Y colegas con los que pintabas en la época y así?, ¿había colegas que pintaban y luego dejaron de pintar?
G: ROUE, y luego cuando aquello salíamos de fiesta por Iturribide y todos teníamos un Posca. Uno hacía cerditos, otro hacía HC (Hard Core), otro hacía nombres de grupos Heavys, otro… yo qué se. Otro tenía también su firma OSK. De esos algunos no llegaron ni a probar un spray.
O sea, que para pintar tuviste que buscar gente que pintara, ¿no?
G: Me iba con el ROUE, con el DESA, luego ya conocí a ONER, y a toda esa peña. Luego empezabas a pintar en el saktepark de Deusto y ya empezó más gente a pintar allí, los de LA CLAVE y todos esos. A la primera chica que vi pintar fue a SARA, que llegó un día al skatepark de Deusto con pintura plástica, tenia mogollón de pintura, acrílicos y así, y se hizo un SARA (súper rapero el rollo).
Por cierto, sobre el rollo Rap, Hip-Hop, ¿cómo lo veías?, ¿te influya?
G: Al principio me hacía daño a los oídos si lo escuchaba mucho rato. Acababa saturado que se dice. Me iba más el rollo de Hard Core o Punk o Trash Metal… todo eso. Pero luego ya empecé a escuchar cada vez más Rap y fui de los primeros que se aficionó. ROUE era el conocedor, el que me pasaba cintas.
Si, ROUE era muy Hip Hop ¿no?
G: Si, iba con chándal siempre. Y me llamaba toyaco, y yo me picaba mogollón. Pero eso me hacía avanzar. Me llamaba toyaco porque, claro, “no has pintado nunca y vienes ahí que si tienes una firma y que si no se qué, pero nunca has pintado con spray. Y además siempre estas cambiando de firma, cada día vienes con una firma nueva”. Y yo le decía, “pues claro, hay que evolucionar”.
¿Y cuando empezaste a firmar GOAL?
G: Antes del Ipar Hop.
¿En Donosti?, ¿fuiste al Ipar Hop?
G: Si, fue a la primera jam que fui. Había ido a una de Rekalde. Ahí todavía me rallaba el Rap, acabé saturado de Rap en Rekalde. No se si porque el sonido era muy malo o qué, pero acabé como ¡uff! Yo sólo graffiti, ¡graffiti!, ¿sabes? Vi a toda la peña que había venido de fuera y ¡lo flipaba! Me había recorrido un poco la linea de metro y había visto bastante graffiti pero aquella gente venía de fuera.
Claro, nosotros para venir a Bilbao teníamos que pillar el tren (después metro) y entonces veíamos todo el rato la linea, pero tu siendo de Bilbao no tenías por qué ir hasta allí.
G: Yo iba hacia Getxo para ir donde SCAPE a pillar pintura. Y claro, ya había que sumarle el precio del billete.
Y ¿era importante para ti esa linea de metro. Para mi todo estaba ahí.
G: Me acuerdo un día que no teníamos pintura ni nada y nos fuimos por ahí, a sacar fotos o a ver los graffitis o algo… y me fui a Algorta, ¡descubría Algorta! Me iba con el ROUE, íbamos andando por todos los sitios y veíamos firmas y cosas por la calle que…uff… que en Bilbao no se veía, sólo se veía en el casco viejo cosas de DUDA-X y BROUK que lo habían petado, y un extranjero que no me acuerdo ahora qué ponía….
¿ENSONE?
G: ¡El ENSONE! Tenían reventado el Casco Viejo y la zona de la ría, desde Leioa hasta San Inazio, hasta Elorrieta. Todo eso lo tenían petado de firmas y todo eso me lo había comido ya. Eran firmas a fat.
¿Y cuando empezaste a firmar GOAL? ¿Fue una reacción a ROUE que te llamaba toyaco por cambiar tanto y pensaste que necesitabas una firma..(risas)?
G: Si, si, “te tienes que quedar con una firma”… yo ya estaba con lo de GOAL pero también me molaba NAVE (risas)
¿Por nave espacial?
G: No se, me molaba NAVE. Al final me quedé con GOAL porque me identificaba mucho más ahí. GO de “ir” en ingles y porque AL es una sílaba que lleva mi nombre.
¿Osea que no era por “Meta” de tener una meta?
G: No…Si, luego ya dije “¡hostia! ¡que es meta”!
Y ¿has sido una meta en tu vida el graffiti, de alguna manera?
G: No, no, ha sido algo natural. No pensaba en nada filosófico, ningún fundamento.
Y cómo recuerdas las primeras piezas?
G: Las primeras piezas, a plástica y a plata. Lo que más me podía flipar de todo eran los platas. Y luego ya, claro, ¡vino la época de ver fancines! alguien que te dejaba algún fancine para fotocopiar. Y lo que más me flipaba eran los platas y las letras un poco raras. Un poco arriesgadas.
¿Por ejemplo?
G: Pues el PIE, la gente de Barcelona o los platas muy simples franceses, letras de palo…
¿Y qué fancines recuerdas?
G: Pues la Game Over y otro que no me acuerdo cómo hostias se llamaba. Sólo llegue a tener una revista, esa que no se cómo se llama. Luego me fijaba mucho en los caracteres en los muñecos, me molaba todo eso también.
¿Y qué influencias recuerdas de cuando empezaste ya a poner GOAL? ¿Algún escritor que dijeras “esto es la hostia”?
G: No, se. Era más la gente de aquí de Bilbao. El BROUK, el ROUE, el DESA, el OEA, el DUDA… no se.
Yo flipaba con HONET.
G: A mi me gustaba el FOE, el RIOT. Me molaban las fotos de cuando pintaban en los búnkeres de las playas de Francia, que se hacían platas siempre.
Rollo Bordeaux. ¿Y ORNE?
G: ¡Ese! Y solía pintar con otro más que no recuerdo el nombre… eso lo veía en la Xplicit Grafx, estamos hablando de más años. También me molaba mucho el LOGAN, de Sevilla. Los muñecos que se hacía. Y el ROSTRO y todos esos. Yo tenía fotografías de ellos, de mi carrete, de cuando había estado por Málaga. En mi carrete entraban también ALIVE, ONER, DESA, DUDA-X… todo eso lo tengo revelado en casa.
¿Y de lo tuyo?, ¿no sacabas? Porque yo recuerdo que de lo mío no empecé a sacar más o menos en serio hasta el dos mil y pico, por la sencilla razón de que lo mio no me parecía que mereciera la pena. Hacía mis cálculos de dinero, que si revelado y no se qué, y tenías menos de treinta fotos para sacar, así que pensaba, “hostia, pues voy a sacar cosas de BADA, DUDA, JOKER, BROUK, DELATOUCH…” pero lo mío no, hasta que me dijo JOKER un día que sacara fotos para así un día decir a mis nietos que he hecho algo en la vida.
G: No, yo si sacaba, pero de SENO y así creo que no tengo fotos. Empecé a sacar más en GOAL.
A mi lo que me molaba de tu rollo, llegado un momento, era el “estilo loco”.
G: Si, yo me enteré que existía el “estilo basura” porque me lo contaron. Yo decía “a mi me gusta esto” y me decían que eso era “estilo basura”, y aquello es “wild style” y aquello “model pastel”, y no se qué, no se cual. Pues me di cuenta de que a mi lo que realmente me gustaba era el estilo basura. Los platas sencillos, las firmas (a rotu, a spray, a lo que sea). A ver, me gustaba el model pastel y todo eso pero yo lo que más quería hacer era estilo basura. Porque veía que era más personal, letras personales… y libertad… y ¡lo grotesco!, ¡bah, me suda la polla todo!
Si, yo recuerdo al principio, cuando veía los primeros GOAL, que estaban muy influenciados por ROUE.
G: ¡Claro!, porque era con el que más iba. Él me decía, “haz las letras así de palo y no se qué y no se cuál, ¡y ya está! Y déjate de hacer tanto ondulao”. Porque yo hacía siempre muy flop, muy curvas, con brillos, con chorretones… Bueno, eso en los bocetos porque luego en la pared…
«SOMOS NIÑOS, O ADOLESCENTES O PRE-ADOLESCENTES. Y CREO QUE CADA UNO TIENE MUCHA INFANTILIDAD EN LO QUE HACE.”
¿Hacías muchos bocetos?
G: ¡Joder! Tenía un cuaderno. El verano ese que estuve con mis padres obligao me hice un cuaderno entero. Todos los días me los pasaba en el cuaderno con los cascos del Walkman puestos (que no tenía tapa ni nada aquel Walkman y le ponía cinta).
¿Y qué escuchabas cuando dibujabas?
G: Hardcore y Rap que me habían pasado. Rap en castellano.
¿Qué grupos?
G: Los que había, Siete Notas, CPV, Jazz Two, el Comunicología, Def Con Dos, Negu Gorriak, y cosas de esas también. Tampoco tenía muchas muchas cintas ¿sabes?
Te quiero decir que para mi, al principio, el estilo GOAL estaba muy influenciado por ROUE, pero que luego me acuerdo, en una época, no se qué pasó, pero algo te pasó en la cabeza. Sería el 2002-2003, yo estaba fuera y cuando volvía y veía cosas tuyas pensaba, “hostia, ¿pero qué es esto?” Una cosa un día, otra cosa que no tenía nada que ver el otro, colores súper raros, un estilo como ido de la olla… estilo arriesgado. Y pagando el precio del riesgo, ¡claro! Porque unas piezas eran horribles, pero con gracia. Todas molaban porque se veía esa libertad de “hago lo que se me pone y me da igual cómo le llaméis a esto”. A mi en un momento eso me influyó mogollón. Pero no el estilo en concreto sino el ver a alguien pintando como le sale de los huevos. Lo mismo me parecía con NÜE y también, después, con OEA. Porque OEA en un momento empezó a hacer cosas muy locas. Y aquél momento de ver OEA, NÜE, GOAL cada uno con su pedrada… me acuerdo de NÜE haciendo la N con 3D, a U con sombra, la E sin nada, todo con brillos negros.
G: La búsqueda de la originalidad.
Pues aquello sería en los dos mil, y desde entonces para mi, el estilo GOAL es un no-estilo, todo es muy GOAL, pero fresco y libre. Es arriesgarse pensando ¿y por qué no? Me acuerdo de una cosa que me dijiste un día que me gustó mogollón: que haces una pieza y empiezas a añadir y añadir y que hay un momento en el que habría que parar, un punto preciso en el que parar. Pero tu me decías que también te gusta seguir y seguir hasta que la jodes (risas) eso me interesa mucho. Cuéntame un poco.
G: No, se. Pues mucha peña me decía, cuando igual habían acabado ya algo, y me decían, p”ara ya, para ya que ya está bien!” Y yo seguía y seguía y, al final, me iba a casa con un chasco ¿sabes? “¡Hostia la que he liao aquí!” Pero al mismo tiempo, “¡Bah! Algo abre aprendido, algo me llevo pa casa. Porque he experimentado.” A mi lo que más me molaba era experimentar. Eso ya cuando tenía dinero. Que era justo esos años que has dicho que notaste un cambio. Porque tenía dinero y salía a pintar de continuo. Porque a partir del año 99-2000 tenía curro y dinero para comprar botes y hasta revistas. Ya no me dolía gastar. No era un milagro tener un bote de spray. Mi dinero iba hacia eso: colección de revistas, colección de rotuladores…
Y luego, la relación con el skate. Porque no has dejado de patinar nunca. ¿Siempre has sido Skater?
G: Si, hasta que me lesioné. Pero si, se suplementa, era muy guapo ver cómo del skatepark nacían escritores y la gente se reunía ahí y ¡hostias! Veías a unos chavales que eran de fuera y que pintaban y te preguntabas, ¿pero por qué están ahí localizados?, ¿sabes? Venían hasta ahí (la pista) porque había graffiti y gente que pintaba… era súper enriquecedor.
Si, yo la primera vez que vi pintar a alguien en toda mi vida fue en La Kantera. No era rollo graffiti, era más con brochas y así. Patinaban y luego pintaban y era como que flipabas siendo un canijo, y también de la gente tocando musica en la pista. Era un foco de energía el skatepark. Por eso te preguntaba, porque siempre he asociado GOAL al skate y no se hasta qué punto es importante para ti.
G: Pues si, porque más o menos lo vivía igual.
¿Patinar más barato no?
G: ¡Bueno! Cuando aquello empezaba ya a romper tablas y a quemar muchas playeras. Pero bueno, teniendo trabajo… Luego más tarde me lesione la rodilla. Y ahora patino con long board y me lo paso de puta madre, con mis olies y mis manuals. Y para moverme sobre todo en vez de bicicleta, long board.
Y ahora mismo en tu vida ¿como ves el graffiti? ¿Crees que es algo que igual dejas o lo ves más como algo que no dejas ni de coña?
G: Pues ahora mismo te digo que no, vamos. Porque supone relacionarme con un montón de gente distinta, de distintas edades, y no me cierro a nada. Exhibiciones, exposiciones de arte… Yo el graffiti lo llevo de modo bastante libre, ya te digo que sin cerrarme a nada. Al final es algo de práctica, de acción. Lo mismo experimento a hacer caricaturas, o hago mis laminas abstractas con distintos materiales… no me cierro a ningún tipo de pintura, oleo, acrílico, acuarelas también ¡mientras pinte!
Y ¿el rollo trenes? ¿No te ha tirado nunca?
G: He hecho algunos. Había veces que decía, “tengo que pintar todo lo que pille”. Y el estilo en trenes es el que más me molaba. Abría una revista, veía cosas de fuera y lo que más me flipaba y con lo que más me identificaba era con las letras de los trenes, simples, graciosas, piezas rápidas, de veinte minutos, a colores e intentando sacar el máximo partido de poco. De poco hacer mucho. El VINO, el BLUE… y los franceses. El primer vídeo de graffiti de trenes que me vi fue el Dirty Handz. Era el flipadón, ¿sabes? Y me fui a pintar algunos trenes, pero tampoco muchos. Siempre me ha importado mucho la culturilla del mundillo del graffiti. Me gustaba influenciarme de todo lo que me decía la gente con la que iba. Todas las historias. Me acuerdo que aquí la gente pintaba tren cuando venía gente de fuera para una jam, y se iban a pintar un tren. No había avaricia por pintar trenes. Era más como una fiesta. “De fiestón y luego nos vamos a pintar un tren”. Y la gente iba morada (que algunos luego no pintaban porque no podían, porque estaban echando la raba… yo que se). Era más locura, no era tan pensao. A mi me gustaba ese concepto de pintar trenes en días especiales, no en plan todos los fines de semana pintamos un tren, si no es aquí es allí, y si no viajamos no se cuantos kilómetros para pintar. Pintaban cuatro en realidad.
«YO ME ACUERDO QUE DECÍA “ESTOY CREANDO CRIATURAS, TENGO CRIATURAS POR AQUÍ Y POR ALLÁ”. ME SUBÍA A UN MONTE Y ME PONÍA A IDENTIFICAR LOS PUNTOS QUE TENGO PINTADOS DE LA CIUDAD.”
Y en relación a esto, a partir de una fecha empezó a haber mogollón de gente que pintaba en Bilbao, y que empezaban muy engorilados. Porque antes de empezar a pintar ya tenían una idea de lo que era el graffiti, habiendo visto muchas revistas y vídeos y, sobre todo, internet. Gente que empezaba a pintar pensando “quiero ser como los del Cebo Vídeo” o lo que sea. Pero con una idea muy hecha ya antes de haber pintado.
G: Bueno, yo creo que dentro de esa idea hecha hay mucha fantasía. Porque somos niños, o adolescentes o pre-adolescentes. Y creo que cada uno tiene mucha infantilidad en lo que hace.
Si, pero te quiero decir que cuando empezamos a pintar nosotros en ese momento, el graffiti era una cosa súper abierta. Yo nunca he tenido una idea cerrada de lo que es el graffiti. Era una cosa que la ibas descubriendo entre tinieblas.
G: ¡Eso es! Y lo hacías todo tuyo. Porque es tu fantasía.
Si pero, ¿no te da la sensación de que ahora han visto demasiado espectáculo del graffiti antes de empezar a pintar?
G: Si, y tienen un objetivo muy marcado.
Pues eso me interesa por lo que te decía del estilo. Porque para mi lo que mola del graffiti es la libertad y esa libertad empieza, para mi, por no tener una idea demasiado cerrada de lo que es (o tiene que ser) el graffiti. No “el graffiti es esto y esto y se hace así y asao”. Y en el rollo trenero de ahora veo mucho un rollo de “lo que mola es esto hecho así y así”.
G: Si yo he conocido mucha peña de esa, que me decían “lo que mola es esto” y el wild style no mola y los muñecos no molan. A mi me gusta todo.
«YO SIGO SIN DEFINIRME, SIN TENER UN ESTILO DEFINIDO. PARA MI ES LO MEJOR.”
Te gusta todo pero llevado a tu terreno.
G: No, no, si no es por mi, es por admirar el trabajo de los demás. Y ya te digo, que me pueden molar cosas muy dispares que no tienen que ver unas con otras. Estilos eclécticos.
Ya, a mi me pasa lo mismo, que me gusta todo, y luego cuesta definirse.
G: Yo sigo sin definirme, sin tener un estilo definido. Para mi es lo mejor.
Pero bueno, si que tienes un estilo. Un anti-estilo.
G: A ver, la gente reconoce lo que yo haga. Y muchas veces de repente me dice, “esto es tuyo”. Y yo, “¿pero cómo sabes que es mio? Si no pone GOAL”. “No, se sabe que es tuyo”. Eso digamos que es la esencia que tenemos cada uno ¿no? Como que se ve la personalidad, el gusto… pero tener un estilo definido….
¿En qué crees que se nota?
G: No se. O sea, yo puedo poner ahora tu nombre y la gente dirá “es que eso lo ha hecho éste”. No se, se nota. Porque ya se han comido muchas.
Y la personalidad se expresa en las firmas, en la escritura.
G: Si, un signo de identificación.
¿Crees que el tener tu firma y el haber pintado y el haber creado tu identidad de escritor de graffiti GOAL, el hecho de que eso haya estado tan presente en tu adolescencia y juventud crees que ha jugado un papel importante en tu persona?
G: Yo creo que ni más ni menos que otro tipo de afición. Una afición creativa te digo, ¿sabes? Al final esas cosas te enriquecen, unes lazos y tienes aventurillas. El graffiti es eso, aventurillas, que te puedes ir al monte a buscar un muro o andar un desierto para hacerte una pieza. Yo me acuerdo que decía “estoy creando criaturas, tengo criaturas por aquí y por allá”. Me subía a un monte y me ponía a identificar los puntos que tengo pintados de la ciudad.
¿Hacías eso?
G: No, me lo imaginaba en mi mente. De repente te subías al monte, donde se ve todo Bilbao, todo Getxo y todo, y empezabas, “ahí tengo una pieza, y ahí una firma, y ahí otra…”. Y dices ¡buah chaval! No me da el tiempo para contar. Me gustaba, a modo personal, ¿sabes? Cuando me empecé a dar cuenta dije, “¡hostia si tengo ya mogollón! ¡Y lo que he viajado y eso!
A, eso, viajes de graffiti ¿qué has hecho?
G: Pues he hecho unos cuantos. En alguno ha caído algún tren y así, pero era más el ir a pintar e ir a patinar (fifty-fifty). Si no había sprays me hacía firmas y, si no, me iba a sacar fotografías. Era bastante conformista con eso. Por ejemplo me iba con mis colegas a hacer snow a Francia y, claro, “¡hostias! Estoy en Francia, y cómo molaría pintar”, me echaba unos tageos por ahí, en unos baños por ejemplo, de una gasolinera, y luego la peña se lo comía, me decían “he parado en ésta gasolinera y ¿sabes lo que he visto en la puerta?, un tag tuyo”. Pues igual no me había hecho una pieza ni un plata ni nada. Iba a hacer snow pero siempre llevaba mi rotulador y la cámara de fotos.
¿Y cómo ves ahora a la gente que pinta? Porque ha llegado un momento que en Bilbao es cebao la de gente nueva que pinta. Que empiezan a pintar y en poquísimo tiempo lo petan todo. ¿Cómo lo ves?
G: ¡Joder! Pues que lo disfruten
¿Pero la manera de entender el graffiti ves que ha cambiado mucho?
G: Es que la manera de entender no te puedo decir porque no estoy en sus cabezas. Puedo ver los actos que hacen, pero ya lo llevaría a algo subjetivo mio. ¡Pero no se al chaval lo que se le está pasando por la cabeza! (Carcajadas sonoras). No se cómo lo viven. Tendrán una euforia con el graffiti como yo cuando lo descubrí.
¿Tienes los típicos días nostálgicos en los que te acuerdas de gente que pintaba antes y ya no pinta y que te de pena?
G: Pues si, ¡el ZIO por ejemplo! Eramos bastante uña y carne. Fue una de las personas que me influenció bastante: ZIO y ROUE. Recuerdo los hombres polla que se hacía.
Yo creo que ZIO ha sido el grado máximo del estilo basura en Bilbao, creo que nadie le ha superado nunca después. Es el tope, el límite, tiene un récord. Nadie a alcanzado su nivel de basureo.
G: A mi me gustaba mucho, la verdad. Me sentía bastante cómodo con él.
A mi en su época me hacía daño a los ojos. Pero tengo que reconocer que con el tiempo, veo sus cosas y me flipan muchas de ellas. La verdad es que era auténtico. Muy basura, basura de la buena.
G: Pues para mi tenía buen trazo. Cuando aquello a mi me superaba en trazo (risas). Yo andaba mal, a mi se me ha dado muy mal trazar. No les metí brillo a unas letras hasta…¡buah!.. hasta que no supe trazar bien, vamos, que me costó muchísimo trazar con spray. Pero de tan difícil que me parecía, me picaba por qué era difícil. Pero tenía buenos maestros por ahí ¿eh?
¿Y qué crews has tenido?
G: La primera era crew de skate. Cuando nos dio a todos la época del Posca, teníamos DMC (Deusto Mosh Crew) que era de ir a los conciertos de Hard Core, de tirarnos del escenario ¿sabes? De hacer mosh. Luego otra que era BAR (Brigada Anti Rollers)
¿Y qué pensaba KES de eso?
G: A ver, yo no era anti roller, yo era colega de rollers. De hecho sabía andar con patines y todo. La primera crew de graffiti fue con el ZIO, y era FDS (Fabricantes de Sueños). Yo hacía una F que conectaba con la D y la S era tipo rayo.
Y luego ya NG (Nait Guarriors)
G: Si, luego ya los NG. Y ahora también PKM (Pote KuMeak). NG para mi es el súmmun (risueñas carcajadas). NG se formó en el Ipar Hop, estaba yo con ellos de viaje. Solo que yo tenía 16-17 años, y era muy muy tímido. Me costaba bastante hablar con peña que ¡buah! Admiraba. Pues estaban BROUK, SCAPE, DUDA-X… yo fui con el ROUE. Me junté allá con mogollón de peña. Yo era calladete. Me había emborrachado cuatro veces en mi vida, y estos estaban de pedo total, de pastilleo y todo por ahí. Y, ¡joder! “este ni habla ni nada” me decían. Ese día se formó NG, me acuerdo, y entraron todos menos yo (risas). Me quedé con cara un poco…(más risas). Pero pensaba, “es que es normal, tampoco he pintado tanto”
Yo he detestado toda mi vida las cuadrillas. Las cuadrillas vascas. Las crews me han parecido siempre una transfusión de la cuadrilla al mundo graffiti. Aunque luego entiendo que tienen su función. Ya me he reconciliado con eso.
G: En realidad, tal y como salen las crews, es un divertimento. Ahora tu y yo podemos hacer una crew, y que no haya nadie más. Aunque bueno, igual pillamos a peña, sería el vacile, “igual fichamos a alguien”. A crear un poco de envidia. Y es un vacile también el que sean siglas o números o lo que sea y que quieren decir cosas. Y lo que quieren decir siempre son mofas. Casi siempre son chistes. Ahora tu dices una sílaba, yo otra, vocal, consonante, vocal, y empezamos a descifrar de ahí montón de significados, que igual no quieren decir nada. Un cachondeo. Lo identifico bastante con la gente que está en un local metida haciendo musica, y todavía no tienen nombre de grupo pero ya tienen cuatro canciones. Y se ponen una tarde de risas a buscarse un nombre. Y se echan unas risas. Y al final alguno cuaja (risas). Siempre se pueden hacer crews nuevas. Para mi el graffiti es renovarse o morir. Volver a ser niño.
Nunca hemos dejado de serlo. Yo nunca he dejado de ser adolescente. Soy un adolescente crónico. Lo que mola de verdad es el rollo de ir a pintar con un grupo de amigos y sentir que estas pasionalmente en lo mismo, hacer fuerza juntos. Hay ya pocos contextos en mi vida en los que siento esa fraternidad.
G: Claro. Pues como te decía antes, vamos a hacernos unos platas. Yo voy a esperar a que acabes de pintar, y me voy a amoldar un poco a tu estilo y que queden compaginadas las piezas. Eso es lo que más me mola.
Y hablando de Bilbao y Euskadi en general, ¿crees que hay un estilo de por aquí?
G: Yo creo que si que lo hay.
¿Y en qué lo notas?
G: Pues en las piezas. En la sencillez. Que la gente tira mucho de plata. Luego aquí la gente siempre ha tirado a pintar como pequeño, sin abarcar demasiado. Igual tienes mogollón de sitio de lao a lao y te haces una cosa así (marca con los brazos un cacho como de un metro). Como ese y como ese de ahí (señala unas piezas que están cerca nuestro). Luego he visto chavales que empiezan y que se hacen letras como si fueran mis G y así. Hay influencias de unos a otros. No se, creo que en la época del PALABRA quedó bastante reflejado el estilo autóctono. He visto que empezó a pintar después de PALABRA y que hacían letras similares a lo que salía ahí. Cada uno siempre llevándoselo a su terreno pero, se notaba la influencia de aquella época. Es que tampoco ha habido mucho más. En cuanto a panorama.
Ya, la verdad es que por aquí, en tema fancines ha habido poco. Yo creo que tendría que haber más cosas.
G: Ver cosas que no has visto. Pasar páginas y estar viajando, sin hacer click-clack al ratón. Y ver buenas fotos, con sitios que molan. Es la magia de la fotografía. Yo a raíz de pintar graffiti me empecé a interesar un poco por la fotografía. Bueno, más que por la fotografía, a través de la fotografía por dónde hacía el graffiti, ¿sabes? Buscar sitios fotogénicos, “¡hostias, que sale un cable por aquí, o una grúa!” eso me flipa. Las fotos de las vías, de los túneles. ¡Muy verdad!
¿Qué gente que esta pintando ahora, que a empezado en los últimos años, te mola?
G: No se. Ahí me has pillado.
¿Has ligado mucho con el graffiti?
G: No.
¿Que dirías a lxs chavalxs que empiezan ahora a pintar?
G: No les diría nada. Les dejaría a su onda. Bueno, si, algún truco. Que giren el bote de spray para difuminar para abajo o para arriba. (risas).
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